Computación Sin Dolor

La internet está inundada con una miríada de guías elaboradas por entusiastas y jugadores que le dicen cuál es la mejor computadora y configuración para equipos poderosos que puedan responder a las necesidades de jugadores, entusiastas y especialistas en el ámbito del cómputo. ¿Una computadora así le funcionaría a un usuario orientado a la productividad? ¡Seguro que sí! Aunque, posiblemente, le funcionaría más hacer una inversión que le permita tener una máquina especialmente diseñada para la productividad con la durabilidad y capacidad de respuesta que eso significa. Ello se hace especialmente cierto con las actuales necesidades de teletrabajo, seguridad y conectividad requeridos en esta nueva forma de trabajo. Incluso, en el ámbito estudiantil de todo nivel de estudios, la adquisición de un equipo de cómputo que permita realizar las actividades y, cuanto y más, satisfacer las necesidades actuales de conectividad, seguridad y teleclases que exige el nuevo estilo de vida causado por la

  Y, sí... Una máquina que ya tenía tiempo que no podía dominar. Su procesador AMD, su tarjeta madre Asus, su RAM Kingston, su tarjeta gráfica Radeon, su fuente de energía Gigabyte, sus SSD Samsung, su gabinete genérico... La tarjeta madre había sido la misma, una Asus con chipset B350 que funcionaba bien con, primero, su procesador AMD Ryzen 5 2400G y, luego, con su AMD Ryzen 5 3400G. La memoria Kingston funcionaba en modo XMP a 3200MT/s, la SSD funcionaba a 3.4GB/s. Luego de actualizarle el procesador a un AMD Ryzen 5 3600 allí empezó la pesadilla. El equipo se reiniciaba. No siempre... A veces pasaban días y todo funcionaba bien... Los reinicios eran cada cuanto, y algunas veces hasta se negaba a arrancar. ¿Actualización de BIOS? Tenía la última disponible en el sitio Web. Además, mi hijo tiene una máquina con el mismo modelo de tarjeta madre con un AMD Ryzen 5 3600, con memoria Kingston de 3200MT/s y SSD NVMe Samsung y sin problemas. Nada. Niente. ¿Problemas del procesador? Hum...