La muerte de la PC

Los tiempos pasan, pero los agoreros de la desgracia no. Y ejemplos existen por todos lados: La muerte del teatro, debido a la aparición del cine. La muerte del radio, debido a la aparición de la música grabada. La muerte de los CD, debido a la aparición de la música que se puede obtener mediante formatos como MP3, WMA, MP4, etcétera. La muerte del cine, debido a la aparición de la televisión. La muerte de la televisión, debido a la aparición de la Internet. Y ejemplos, como esos, hay a carradas. Ahora me encuentro con La muerte de la PC de escritorio, debido a las "tendencias" actuales de aplicaciones orientadas al megamonstruo llamado "La Nube", y algunas otras tecnologías.

La verdad, es que yo no creo que eso sea así. Ciertamente, el advenimiento de nuevas tecnologías trae consigo nuevas formas de hacer las cosas. Pero, en más de una ocasión, más que sustituir, se complementa. Allí sigue el teatro, allí sigue el cine, allí sigue el radio, allí están los CD (a los que han matado innumerables veces), allí están los DVD (a los que también han matado), y algunos regresos como los LP. ¡Vaya! Tantas muertes, pero las cosas siguen allí (en gran número).

Ciertamente, sí hay cosas que sustituyen a otras. Lo que a mí me queda muy claro es que donde no se utilice una PC de escritorio, es porque no era su campo de acción. Difícilmente se andará cargando una PC a todos lados, pero difícilmente la adaptación a directivas de un dispositivo personal (BYOD, o Bring Your Own Device, como se está conociendo) podrá sustituir la enorme potencia y capacidad de actualización y respuesta de una computadora de escritorio.

Es decir, mi visión no es que la PC, tal como la conocemos, se morirá, más bien permanecerá en un nicho bien definido, que son los Usuarios Poderosos y algunos otros usos que requieren que el equipo se quede fijo. Incluso, seguirá siendo una opción para cuando el equipo se quiera compartir (una laptop o una tablet son más de uso personal, que de uso compartido). La participación de las PC podría decaer, tal como se ha visto en las tendencias del mercado, pero no desaparecer. La potencia integrada en los equipos portátiles, donde más que velocidad se busca que la batería dure mucho, hace que las máquinas de escritorio tengan bien definido su nicho de potencia que les distingue sobremanera.

Así, nuevamente los agoreros de la desgracia no acertarán. Seguirá habiendo PC de escritorio, donde, a lo mejor, el formato podría cambiar, pero difícilmente su capacidad de ser fijo. Ya veremos en unos años. ¡Nos seguiremos leyendo!