Teclado (adenda) (Artículo original publicado el 30 de Mayo de 1999)
Eso no es lo importante del asunto. Las cuestiones mercadológicas están fuera de discusión. Lo que sí creo que sería necesario es agregar a cada programa una leyenda que dictara: "el uso de este programa requiere de conocimientos para manejar el teclado y el ratón".
¿Suena descabellado? No lo creo. Una cantidad importante de personas tiene severos problemas, no solo para comprender el sistema operativo en que trabaje su computadora, sino, más que todo, en las cuestiones mecanográficas y el control del ratón.
Analicemos ¿Cuántas personas han tomado aunque sea un curso básico de mecanografía? ¿A alguien le importa tomarlo? Partamos de la base del diseño de un teclado estándar QWERTY. Las teclas parecería que no están donde deberían. Y es cierto. Las letras E y S, entre otras, son las más utilizadas al teclear. ¿Por qué se encuentran al alcance de dedos tan complicados de mover como el cordial y el anular? Sería más fácil que estuvieran al alcance de los dedos índices.
No obstante, en los dedos índices están las letras F, G, H, J, y otras cuyo uso no es tan constante. Además, el orden de las letras no existe en el teclado. Para un neófito, el encontrar la B luego de la A no es tan fácil y, por lo general, es desesperante.
Existen varias teorías respecto al diseño de la actual distribución de letras del teclado QWERTY (así llamado por las letras que aparecen en la primera fila), una de ellas apunta a que fue diseñado para lentificar el proceso de escritura.
Hagamos un poco de historia, el teclado QWERTY fue inventado por Christopher Latham Sholes, cuya distribución fue patentada en 1878, poco antes de vendérsela a Remington (una grande empresa de manufactura de equipo y proveedora de cursos). La teoría popular de la lentificación ha sido seriamente puesta en duda en la Universidad de Kyoto por los investigadores Koichi Yasuoka y Motoko Yasuoka.
En resumen, se descarta esta teoría popular dado que la evolución en la organización de las teclas empezó por la década de los años 1860, y se tomó más en cuenta los requerimientos del mecanógrafo que del teclado. Aparentemente, los requerimientos propios de quienes manejaban los telégrafos provocaron, en gran medida, la reorganización en el orden de las teclas. Otro de los casos tiene que ver más con la generación de negocio, pues al venderle a Remington la patente, esta empresa se encargó de capacitar a una enorme cantidad de mecanógrafos para que dominaran el teclado QWERTY y, con ello, sacar de la jugada a otros fabricantes. Este movimiento resultó ser muy exitoso pues para 1890 (apenas 12 años después de la patente) ya había 100,000 máquinas de escribir Remington en uso tan solo en Estados Unidos. En fin, para 1893, las principales fábricas de máquinas de escribir (Remington, Caligraph, Yost, Densmore y Smith-Premier) se unieron para formar la Union Typewriter Company y adoptaron el esquema QWERTY como el estándar de facto con el que hoy vivimos. Pueden verse mayores detalles en el artículo publicado por la Revista Smithsoniana y que habla al respecto.
¿Táctica de Remington? No lo sabemos con claridad, lo que sí sabemos es que cuando un sistema está profundamente arraigado en la cultura popular, cambiarlo es un proceso doloroso, difícil y, a menudo, fracasado. A lo anterior se le conoce como "Dependencia de ruta" (Path Dependency). Lo que es cierto es que con la moderna tecnología tiene poco sentido utilizar un teclado QWERTY, y que cambiarlo será un proceso largo, costoso y que enfrentará una fuerte resistencia.
Ante ello, lo que queda es aprender mecanografía tal como ahora está. No es necesario convertirse en un profesional en la materia pero sí conocer lo suficiente como para que teclear no sea peor que escribir a mano. Esto último, de hecho, es lo que provoca que muchas personas encuentren poco atractivo el uso de una computadora o un teclado estándar.
En cuanto al ratón, es necesario conocer los movimientos que se pueden realizar con él. También es necesario, en caso de que el ratón cuente con más de un botón, conocer qué se puede hacer con los otros botones, incluso con la combinación de botones y teclas, como Ctrl+Botón izquierdo, Alt+Botón derecho, etcétera.
Esto último podría ser un parteaguas en la funcionalidad de la aplicación. Hay opciones que aparecen con este tipo de combinaciones y botones que podrían agilizar mucho el trabajo. No importa qué aplicación se utilice, sería adecuado investigar si tiene funcionalidad agregada con los botones secundarios, o con combinaciones de botones y teclas de control.
Lo anterior, aunado al conocimiento de la materia en la que se centra el programa, podría propender a facilitar mucho el uso de la computadora y sus aplicaciones. Hay que recordar que tanto el teclado como el ratón (y el monitor) son implementos con los que más se interacciona en la computadora. Bien vale la pena comprender mejor su uso y aprovechamiento.
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