Patoaventuras de la PC: Actualización a Windows 10 (Parte 1)

Pues sí, como ya se ha venido haciendo un seguimiento, las máquinas que tienen (versiones originales) de Microsoft Windows 7 y Microsoft Windows 8.1 han estado viviendo, desde la semana pasada, procesos de actualización paulatinas hacia Microsoft Windows 10. También existen una miríada de artículos en la Internet que hablan respecto a las bondades y características. Yo lo que quiero compartir son mis experiencias ante una serie de equipos a los que tengo acceso y que he ido actualizando poco a poco, así como el grado de éxito entre ellos.

Características de los equipos y experiencias de actualización

Como es de esperarse, todos los equipos de cómputo a los que tengo acceso están basados en la tecnología AMD (¿hay otra?) de diferentes épocas y capacidades. Algunos son portátiles, otros son de escritorios, y algunas otras son tabletas. Aunque todavía no he terminado de realizar el proceso de instalación de todos los equipos, sí puedo compartir algunas experiencias vividas en los que llevo hasta ahora.

Hasta el momento he podido realizar el proceso de actualización de los diferentes equipos. Algunos de ellos fueron actualizados desde Windows 7 y otros desde Windows 8.1 (todos con licencias originales). Veremos las configuraciones y, en términos generales, la experiencia de haber hecho la actualización en esos equipos:

1) HP Probook 6475b (AMD A10 5750M, 8GB RAM DDR3-1866MT/s, SSHD de 1TB). La experiencia fue totalmente fluida. Me sorprendió que el proceso de actualización durara menos de media hora, pero sí, fue totalmente fluido y estable. Al reiniciar el equipo, todas las aplicaciones e iconos estaban allí (aplicaciones como LibreOffice 4.4, ProjectLibre, Eclipse, VirtualBox, DOSBox, Adobe Acrobat Reader DC, Opera, FireFox y Chrome, entre varias otras aplicaciones) y todas arrancaron bien y funcionaron sin contratiempos. Debido a que la actualización se realizó desde Microsoft Windows 8.1 en modo UEFI, no se requirío de hacer (hasta ahora) una instalación desde cero (aunque sigo teniendo mis reservas al respecto). La tecnología identificada fue DirectX 11.2 nativa*.

2) Toshiba Satellite T215D-SP1004M (AMD Athlon II Neo K125, 8GB RAM DDR3-1066MT/s, HD de 512GB). Ésta me dio un poco de lata, y ha sido una pequeña constante en los equipos Toshiba que tuve la oportunidad de actualizar. Intenté en dos ocasiones hacer la instalación, pero el equipo se pasmó en un par de ocasiones. No fue sino hasta el tercer intento que el proceso de actualización empezó a fluir. Se tardó una eternidad, pero, al final, todo funcionó bien. Ésta es la máquina que, originalmente, le otorgaron a mi esposa y de la cual en este mismo BLOG compartí mis experiencias para irla actualizando y dejando lo mejor posible (de hecho, ha sido el artículo de mi blog más exitoso, pues generó más de 160 comentarios en su momento, y aún hay quien hace preguntas y consultas allí). Ahora ya tiene hasta Windows 10 y su funcionamiento parece ser bastante fluido. La actualización se realizó desde Microsoft Windows 7 Professional y la máquina carece de UEFI. La tecnología identificada fue DirectX 10.1 nativa.

3) Equipo genérico PC (Tarjeta Madre MSI A88XI AC, AMD A10-7800, 16GB RAM DDR3-2133MT/s, SSD de 256GB). Una experiencia totalmente fluida. Solo indiqué los pasos iniciales y el proceso de actualización no llevó más de 20 minutos. La actualización se realizó desde Windows 8.1 y ya manejaba UEFI. La idea de tener una tarjeta madre de Clase Militar 4, con formato Mini-ITX es la de reducir al mínimo el consumo de energía, así como el espacio que se ocupa SIN sacrificar rendimiento (cosa que se logra con la combinación de APU AMD A10-7800, los 16GB de RAM DDR3-2133MT/s y la unidad de Estado Sólido). ¡Vaya! Hasta me emocioné. El arranque es ipso-facto y la tecnología identificada es DirectX 12 nativa. Esto último tiene un decidido impacto en la forma en la que Microsoft Windows 10 administra los dispositivos y, particularmente, los Compute Cores. Si la comunicación con el hardware es directa, se puede mejorar seriamente el rendimiento de la computadora y de sus procesos. Microsoft DirectX 12 es una de las grandes mejoras en el ámbito del rendimiento y el aprovechamiento REAL de los núcleos de la computadora (y más en los términos de la paralelización y el cómputo heterogéneo). Véase, por ejemplo, el uso que normalmente se le da a una CPU AMD FX serie 8000 (8 núcleos) con máquinas que tienen Microsoft Windows 8.1 y anteriores (DirectX 11.2 y anteriores):


Nótese que casi toda la carga de trabajo se concentra en el primer núcleo y que prácticamente los últimos dos núcleos no se utilizan. Es decir, más de cuatro núcleos ya no se utilizaban. Ahora, con DirectX 12, el procesamiento se traslada a algo como lo siguiente:


La diferencia es impresionante. Ahora la carga de trabajo REALMENTE se distribuye entre todos los núcleos y ello puede, automáticamente, mejorar la experiencia de uso del equipo. Ante ello, la actualización de Windows 10 a un equipo que soporte nativamente DirectX 12 tendrá un efecto inmediato en el rendimiento del equipo que podría ser bastante sensible. Incluso en la parte gráfica ahora se pueden distribuir los núcleos de cómputo para realizar distintas tareas. Por ejemplo, con Windows 8.1 y anteriores, el procesamiento de un gráfico (o de un cómputo) se realiza de manera serial:


Así, el resultado de los gráficos podía ser magro y se requería de cada vez más potentes tarjetas gráficas para paliar este problema. Con un hardware que soporte nativamente DirectX 12, el trabajo se puede distribuir de la siguiente forma:


Así, las cargas de trabajo se equilibrarán mejor y se aprovechará mucho más el potencial que este tipo de tecnología tiene para hacer aún más ágil el procesamiento de información y de imágenes.

La buena noticia es que toda la tecnología de AMD con núcleo Kabini (AMD Athlon y AMD Sempron Socket AM1, así como algunos modelos de APU serie 5000 con gráficos Radeon HD serie 8000), Beema (modelos de APU serie 6000 con gráficos Radeon serie R), Kaveri (modelos de APU serie 7000 con gráficos Radeon serie R), Carrizo (modelos de APU serie 8000 con gráficos Radeon serie R), Carrizo-L (modelos de APU serie 7000 con gráficos Radeon serie R), y las tarjetas gráficas AMD Radeon con GCN 1.1 (modelos Radeon serie R) son nativamente compatibles con DirectX 12. Así que si hizo la compra el año pasado (incluso, el antepasado) de tecnología AMD que cumpla con los anteriores criterios, lo más seguro es que podrá nativamente aprovechar los beneficios de DirectX 12.

4) Equipo genérico Clevo StyleNote W240BU (AMD C-50, 4GB DDR3-1066MT/s, SSD de 120GB). Se tardó alrededor de dos horas, pero no tosió ni tantito. La actualización se realizó desde Microsoft Windows 7 Professional y todo funcionó a la perfección. Esta máquina carece de UEFI. El software arranca bien, a pesar de tratarse de un núcleo ontario de apenas 9W de consumo de energía. Es interesante cómo una tecnología de hace 4 años parece funcionar bien con un sistema operativo aparecido hace poco menos de una semana. Estoy seguro que con 8GB de RAM el funcionamiento sería bastante mejor. Veré qué puedo hacer. Microsoft me reporta la versión 11.1 de DirectX.

5) Toshiba Satellite L45D-B4399WM (AMD A8-6410, 16GB DDR3-1600MT/s, SSHD de 1TB). Bueno, sí, ésta es mi laptop. :) No eran las especificaciones originales cuando la compré, pero no puedo negar que soy un nerd y la vestí hasta el tope. :) Ésta me dio lata para la actualización. Intenté realizar la instalación a mano, pero el sistema no se dejaba. De hecho, me pedía la clave de activación para poder instalar el sistema. Decidí dejar el equipo encendido hasta que apareciera el aviso automático de descarga. Una vez que llegó el aviso, el proceso se realizó fluidamente y no hubo contratiempo alguno. La actualización se realizó desde Microsoft Windows 8.1, por lo tanto la versión final que quedó fue Microsoft Windows 10 Home. Como ya manejaba UEFI, el arranque ya integra Secureboot, y varias otras características. Como en la máquina genérica, Microsoft me reporta la versión 12 de DirectX por lo que el rendimiento se vio muy beneficiado. Esta máquina tiene Microsoft Office 365, Symantec Antivirus y varias herramientas (como PSPP, ProjectLibre, entre otras) que he estado usando en la maestría. Todo ha funcionado a pedir de boca, sin contratiempos. :)

6) HP Probook 645 G1 (AMD A10-5750M, 16GB DDR3-1866MT/s, SSHD de 1TB). El proceso de actualización de esta máquina, tal como sucedió con la otra HP (ProBook 6475b) fue absolutamente fluido y sin tropiezo alguno. Ningún conflicto de nada. Ninguna queja. Nada. Todo bien fluido. Todo le funciona, hasta el reconocimiento facial y el Gesture Control. La actualización se realizó desde Microsoft Windows 8.1, que ya manejaba UEFI, por lo que el arranque es fluido. Dado que es una APU basada en el núcleo Richland, Microsoft me reporta DirectX 11.2.

7) Toshiba Satellite L755D-SP5178RM (AMD A8-3500M, 8GB DDR3-1333MT/s, HD de 750GB). Ésta se ha llevado las palmas como la más difícil de instalar. Me llevó más de dos días encontrar la forma de que Windows 10 se instalara. Fueron varios intentos en que la instalación se bloqueaba, la máquina daba pantallazos azules, la instalación no avanzaba del 32% y, luego, se restablecía a Windows 7. ¡Vaya! Sí me sacó un poco de canas verdes. Descubrí que el culpable era el driver de Bluetooth y el de la red inalámbrica Atheros. Al desinstalar ambos controladores, el equipo ya se pudo actualizar, pero no fue algo rápido ni fluido. El equipo se pasmó en un par de ocasiones (la última cuando el proceso de actualización iba al 99%) y, al final, se pudo instalar el sistema. Sin embargo, no quedó muy estable que digamos. Así que quise probar: Una vez que se instala Windows 10 y queda activado, se supone que se podrá volver a instalar en el equipo las veces que se desee. Bien, pues decidí hacer la prueba. Inicié la instalación de Windows 10 Home desde 0 (una vez que ya se había hecho la actualización y activación de Windows 10). Al realizar este proceso, se solicita la clave de activación. Omití este paso, y procedí con eliminar las particiones e instalar el sistema desde 0. La instalación se realizó ágilmente y sin tropiezos. Ya una vez arrancado el sistema y con la configuración inicial, Windows 10 se activó. PEEERO, ¡pantalla azul! ¡Chale! ¿Qué sucede? Decidí desactivar la red inalámbrica integrada y conectarle una WiFi por USB. ¡Santo remedio! El sistema ya quedó estable y pude instalar los controladores y características propias de Toshiba (que se obtienen automáticamente de Windows Update). Ya se instaló LibreOffice, Firefox, Opera, y la máquina sigue estable. No obstante, seguiré haciendo pruebas de laboratorio. Microsoft me arroja la versión 11.1 de DirectX (lo cual es adecuado, dado que esta máquina tiene una APU con tecnología Llano).

8) PC Genérica con tarjeta madre Gigabyte G1.Sniper A88X (AMD A8-7600, 16GB DDR3-1866MT/s, HD de 1.5TB). Este otro equipo de laboratorio integra software legado que podría significar alguna prueba de fuego. Software como Adobe Audition CS6, Adobe Audition 3, Adobe Audition 1.0, OpenOffice, VirtualBox, y, bueno, una tarjeta de sonido Creative X-FI Platinum que se coloca en una ranura PCI de 32 bits y una tornamesa USB Pioneer que no es reciente. Con cierto resquemor realicé la actualización para evaluar qué tanto el software (así como los dispositivos conectados) son reconocidos por Windows 10. La actualización fue fluida, aunque los programas más antiguos no necesariamente pudieron funcionar. Tuve que reinstalar Adobe Audition 1.0 y Adobe Audition 3. La tarjeta Creative X-FI Platinum no es nativamente reconocida por Windows. Sin embargo, Creative Labs asegura que sacará una actualización de los drivers de esa tarjeta para algún momento de Septiembre de este año (interesante, es una tarjeta con ya algunos ayeres de historia y Creative Labs aún le da soporte. Eso es loable). Aún me falta ver el funcionamiento de todo lo demás, pero esperemos que durante septiembre ya pueda tener un mejor reporte al respecto. La actualización se realizó desde Windows 7 Professional, y Windows 10 arroja DirectX 12.

En fin, aún faltan una buena cantidad de máquinas en el laboratorio... Veremos qué tal se comporta el proceso de actualización y, a su vez, el cambio a UEFI una vez que Windows 10 se haya activado. ¡Nos seguimos leyendo!


* La versión de DirectX se puede consultar mediante el comando dxdiag de Microsoft Windows 10.

Comentarios

Saúl Escalante dijo…
Buen día Ingeniero David Garza

Muy interesante el post sobre las actualizaciones de sus equipos. Salta a la vista que posee muy buenos equipos de prueba, y aun que las bondades de los SSD son un hecho no mucha gente (que no sean medianamente adictos a la tecnología) las conocen y menos aun las aprovechan.

En la empresa para la cual trabajo tenemos algunos "software especializados" por asi decirlo, como es el caso de AutoCAD y otro par llamados STRUCAD y TEKLA, cuando tenga la oportunidad de migrar uno de mis equipos a W10 le compartiré mis experiencias de W10 en estas aplicaciones.

Saludos Cordiales
Será un gusto enorme recibir tus comentarios... Siempre dan plusvalía a este blog. :)

Saludos cordiales,
Bdias David, tienes experiencias con Asus? Tengo una RN500 y he tenido problemas de rendimiento, muy lento el arranque y las aplicaciones no se diga. Antier cansado de tanto rollo volví a se7ven. Será que tengo que hacer una instalación limpia y no un update? Saludos.
Hola, Julio.

Tengo una máquina Asus, sí, una Laptop modelo K53T que también convertiré a Windows 10. Esta máquina cuenta con UEFI, así que supongo que no debería haber problemas para hacer la actualización, pero la realidad es que sabré la respuesta cuando inicie con el proceso.

Tal vez me ayudaría conocer qué configuración tiene tu máquina Asus RN500 para saber cómo ayudarte mejor.

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