El nacimiento de la era digital: Buenas intenciones con una mala dirección



Ser un genio y un Premio Nobel no lo califica a uno automáticamente para ser un líder. Es el principio de Peter: Las personas en una jerarquía tienden a escalar hasta su nivel de incompetencia. Y el Dr. Shockley lo demostró con su estilo de dirigir.

Si bien, fue brillante al elegir a sus colaboradores, ya que para finales de 1956, Laboratorios de Semiconductores Shockley contaba con 32 destacados genios, entre físicos, químicos, administradores, teóricos y experimentales, no pudo (y no quiso) lograr un trabajo cohesivo entre ellos. De hecho, les prohibía comunicarse entre sí (algo francamente complejo por el tamaño de las instalaciones). La paranoia de Shockley le llevó a tener un polígrafo (detector de mentiras) en la oficina, al que sometió al menos en alguna ocasión a sus colaboradores para descubrir quién había rasguñado a una colaboradora.

Laboratorio de Semiconductores Shockley era una división de Beckman Instruments, Inc., organización que se encargaba de desarrollar, fabricar y comercializar productos orientados a la biomedicina. Arnold Beckman, principal inversor y propietario de la organización, había atestiguado este comportamiento errático de Shockley. Sin embargo, el proyecto continuó debido al fuerte peso que significaba tener un Premio Nobel en sus filas.

Los que no estaban muy contentos con este estresante y desatinado modo de dirigir fueron los propios empleados de Shockley, de quien se dice que veía rivales incluso entre sus propios colaboradores. Ya desde poco antes de recibir el premio Nobel, Shockley había generado un clima tenso y de fricción en sus filas y para cuando fue a recibir el premio ya los problemas al interior era de una profunda tensión.

Luego de recibir el Premio Nobel, la paranoia de Shockley aumentó, y llevó a que todas las llamadas telefónicas que se hicieran fueran grabadas, nadie podía compartir información con nadie, y los informes de los empleados, en quienes Shockley no confiaba, eran enviados a Laboratorios Bell para ser doblemente verificados. Hasta quiso pasar a todos por el polígrafo, pero se negaron.

Shockley empezó a perder colaboradores, y el primero fue Jones, un tecnólogo que dejó las filas de los laboratorios en enero de 1957. Otros empezaron a tomar bandos, donde Gordon Moore empezó a liderar a un grupo de disidentes, mientras Robert Noyce prefería permanecer como conciliador. Shockley apreció esto y consideró que Noyce era el único de todos que realmente lo apoyaba.

El grupo de disidentes estaba entre buscar nuevas oportunidades y hablar con Arnold Beckman para ponerle un ultimatum exigir un administrador profesional que dirigiera la subsidiaria. Si bien, Beckman pareció estar un tanto de acuerdo, apoyó a Shockley en la posición con la creencia de que aún podía resolver la situación. Un craso error del que, posteriormente, Beckman se arrepentiría.

Cuando llegó junio de 1957, por fin Beckman decidió poner un administrador entre Shockley y el equipo, pero ya era muy tarde. 

Luego de los erráticos comportamientos del Dr. Shockley a la cabeza de los Laboratorios de Semiconductores Shockley y las desafortunadas decisiones de Arnold Beckman al respecto, un grupo formado por siete disidentes liderados por el Dr. Gordon Moore reforzó su convicción de alejarse para buscar otros horizontes.

El Mtro. Eugene Kleiner había pedido permiso para visitar una exposición en Los Ángeles, pero en lugar de eso voló a Nueva York para buscar inversores para una nueva organización, apoyado por los otros seis disidentes. La empresa de capital de riesgo Hayden, Stone & Co., a través de Arthur Rock y Alfred Cole, se interesaron en el proyecto, pues un grupo que había sido elegido por un Premio Nobel sin duda que estaba destinado a tener éxito.

El Mtro. Arthur Rock merece su propio lugar en la historia de Silicon Valley. Un hombre de negocios graduado como Administrador de Negocios en la Universidad de Syracuse y con un MBA de la Escuela de Negocios de Harvard, que tuvo el ojo y el tino de invertir en propuestas empresariales (hoy conocidas como "startups") que en la actualidad son bien reconocidas. Su carrera empezó en 1951 como analista de seguridad y, luego, se unió al departamento corporativo de finanzas en Hayden, Stone y Compañía en Nueva York, donde se enfocó en recaudar fondos para pequeñas empresas de alta tecnología.

Rock convenció a Sherman Fairchild acerca de la importancia de estos siete genios provenientes de Laboratorios de Semiconductores Shockley para darles una oportunidad para la creación de una empresa de alta tecnología como subsidiaria de las empresas de Fairchild. La reunión se llevó a cabo en el hotel Clift en California, donde se les unió, de último momento, el Dr. Robert Noyce. Así, el "grupo de California", como se identificaron a sí mismos, se conformó por Gordon Moore, Robert Noyce, Eugene Kleiner, Julius Blank, Victor Grinich, Jean Hoerni, Jay Last y Sheldon Roberts, y fundarían la histórica empresa Semiconductores Fairchild el 18 de septiembre de 1957.

La renuncia de estos ocho integrantes de los Laboratorios Shockley fue devastadora. El Dr. Shockley jamás comprendería el por qué de la dimisión de estos ocho integrantes y se sintió traicionado. Aunque es a Shockley a quien se le adjudica el término conocido como "los ocho traidores" con el que se les ha conocido a lo largo de la historia, no hay certeza de quién acuñó ese término. Shockley jamás volvió a cruzar palabra con Noyce, aunque sí se mantenía al tanto del derrotero de los ocho. Shockley Labs jamás se pudo recuperar del impacto y aunque en 1960, con ayuda de nuevos colaboradores, pudo presentar su diodo para producción en serie, otros competidores ya habían presentado sus propuestas, incluso en otros campos más avanzados.

Para el 23 de julio de 1961, Beckman vendió Shockley Labs, mismo que sería revendido a IT&T que no pudo mudar las instalaciones a Florida y, entonces, desapareció. El Dr. Shockley se concentró en ser Profesor en Stanford, e hizo controvertidos estudios relacionados con la raza y la eugenesia que afectaron seriamente su reputación. Su errático comportamiento provocó que la mayor parte de sus amigos y familiares se alejaran de él, y sólo estaba acompañado por su segunda esposa, Emmy Lanning. Shockley dio por terminada su aventura de vida en 1989 y se dice que sus hijos se enteraron de su muerte por los obituarios en los periódicos.

La ubicación donde estuvo el edificio de Shockley Semiconductor Labs. se guarda como referencia histórica fundacional del Valle del Silicio, e incluye esculturas de diodos y semiconductores y algunos modelos de transistores a gran escala en la calle. La historia, ahora, se vuelca hacia la nueva subsidiaria de Fairchild. ¡Nos seguimos leyendo!

https://en.wikipedia.org/wiki/Shockley_Semiconductor_Laboratory 

https://en.wikipedia.org/wiki/Traitorous_eight 


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