El nacimiento de la era digital: Laboratorios Bell y el Dr. William Shockley
Las computadoras no surgieron de manera espontánea. Fueron el resultado de una larga evolución que pasó por los medios mecánicos, la etapa de los tubos termoiónicos, la etapa transistorizada, la de los circuitos integrados y la de los chips. Y estamos a la expectativa de lo que se viene con la tecnología cuántica, la neuromórfica y otras que están en proceso de desarrollo.
El verdadero nacimiento de la era digital ocurrió en Murray Hill (Nueva Jersey) el martes 16 de diciembre de 1947. Allí, dos científicos gritaban el famoso "¡Eureka!" por haber logrado montar un artilugio diminuto que habían más o menos integrado con diversos componentes como tiras de oro, material semiconductor y un clip doblado. Si todo eso se estructuraba debidamente, podía amplificar un flujo eléctrico y lograr que itermitiera. Éste fue conocido con el nombre de "Transistor", y su irrupción fue clave para el desarrollo de las modernas tecnologías de computación.
Y, sí, tres investigadores, muy apasionados, con personalidades complementarias pero que colisionaban: El hábil experimentador Dr. Walter Brattain, el teórico cuántico Dr. John Bardeen, y el apasionado y vehemente Dr. William Shockley, dieron con esta creación en las instalaciones de otro personaje que, por sí mismo, merece su propio lugar en la historia: los Laboratorios Bell.
Estos laboratorios fueron fuente de una serie de invenciones provenientes de genios a los que podía pagar por contar con los recursos para ello. Estos genios eran capaces de echar a andar su talento sin cortapisas, debido a que Laboratorios Bell era capaz de proveerles de los recursos y materiales de investigación que requirieran. Plenitud de genios y recursos es el caldo de cultivo para la innovación, la colaboración y la creatividad. También es un entorno que invita al egocentrismo, competitividad, envidia y traición, y Laboratorios Bell tuvo los arrestos para contener todo eso.
Así, Laboratorios Bell tuvo el tino de poder congregar a los mejores genios y lidiar con sus egocentrismos para generar individuos y equipos de investigación para la innovación. En el grupo de investigadores para encontrar una alternativa a los tubos termoiónicos se destacaba William Shockley, quien impresionó (y, en ocasiones, intimidó) a todos tanto por su intelecto como por su vehemencia.
William Shockley nació en una familia más o menos acomodada. Desde niño fue tenaz e implacable, y en cualquier situación debía salirse con la suya. Sus padres pensaban que era un genio y lo educaron como tal. Se graduó en Caltech y obtuvo un doctorado en física del estado sólido en el MIT. Era un hombre incisivo y ambicioso.
Poco después de su doctorado, Laboratorios Bell le ofreció trabajo donde su misión sería encontrar algún sustituto más estable, sólido y barato que los tubos termoiónicos. Aceptó y luego de tres años, en 1939, anotó en su bitácora: "Hoy se me ha ocurrido que en principio es posible construir un amplificador utilizando semiconductores en lugar del vacío". Sus conjeturas y visión requerían de un hábil experimentador. Entre los muchos que había en Laboratorios Bell se destacaba el cascarrabias Walter Brattain.
Antes de que los experimentos entre Shockley y Brattain pudieran avanzar lo suficiente, estalló la Segunda Guerra Mundial, y Shockley y los Laboratorios Bell fueron reorientados a servir como investigadores, en conjunto con Universidades y el Gobierno. El personal de Laboratorios Bell se multiplicó por dos y se tuvo que mudar a Murray Hill. El campus se diseñó de manera que pareciera una Universidad pero con pasillos que facilitaban los encuentros para impulsar la creatividad. Todo estaba bien comunicado.
Al término de la guerra, se retomó el proyecto y se agregó al afable John Bardeen al equipo, un prodigio que había obtenido su doctorado en Princeton y uno de los mayores expertos mundiales en la teoría cuántica para comprender la conducción de la electricidad en los materiales. Los Dres. Shockley, Brattain y Bardeen se reunían casi a diario, tiza en mano, para discutir y desarrollar ideas que llevarían a la creación del transistor. El transistor fue demostrado exitosamente el 23 de diciembre de 1947.
Si bien, Shockley era quien dirigía el equipo de investigación, fueron Brattain y Bardeen quienes dieron con la solución para la creación del transistor. Ello atribuló mucho a Shockley. Se concentró ávidamente en mejorar el dispositivo y sus procesos de fabricación. Ya se estaba trabajando en pedir la patente del dispositivo y Shockley quería recibir la mayor parte del crédito, si no es que todo. Ello enfureció a sus colaboradores.
El espíritu altamente competitivo y desafiante de Shockley terminaron por desmantelar al equipo y por hartar a Laboratorios Bell. Al no conseguir los resultados, decidió dimitir de la organización y fundar su propia empresa en 1955. Esta empresa fue la que daría nombre a un hoy famoso valle en los alrededores de Palo Alto, California, donde ya funcionaba el conocido estacionamiento que dio origen a la empresa de Dave Packard y Bill Hewlett.
https://en.wikipedia.org/wiki/Bell_Labs
https://en.wikipedia.org/wiki/Transistor
Isaacson, W., Díaz Igna Pellisa, Sánchez Pérez Marco, & J., R. M. F. (2018). Los Innovadores: Los Genios Que Inventaron El Futuro. Delbols!llo.
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