Polvo en el disipador
Una de las cosas por las que empecé a pensar en problemas directamente de Windows es que ésta fue la unica máquina a la que no le instalé desde la nada el Windows 7, sino que apliqué una actualización desde Windows Vista. Nunca me han gustado las actualizaciones, pues quedan algunos vestigios de lo anterior que pueden poner en riesgo la estabilidad del sistema. Una de las pruebas más notables de ello es que al arrancar la máquina, ocasionalmente se reiniciaba antes de presentar la pantalla de bienvenida, pero una vez reiniciada, ya funcionaba sin problemas.
Así, me di a la tarea de revisar detalladamente la instalación del sistema operativo en la máquina. Actualicé controladores, me puse hacendosito en verificar puntos delicados del Registry, limpié vestigios de Windows Vista, y los problemas se reducían, pero no se solucionaban del todo. Empeoró hace un par de meses, con lo que mi hijo vivió una experiencia que nunca había vivido de inestabilidad y desconfianza en su máquina. Llegué, incluso, a cambiarle toda la memoria a la máquina, con la idea de que la memoria podría estar fallando. Nada.
El día de ayer me dispuse, decididamente, a hacer un cambio diametral en el equipo. No sólo reinstalarle el sistema operativo desde la nada, sino cambiarle la tarjeta madre, de una ECS Black Series con chipset AMD 780G y socket AM2+, a una MSI con chipset AMD 880G y socket AM3 (lo cual traería consigo ponerle memoria DDR3). Instalaría el mismo procesador QuadCore que ya tenía, cuando al momento de retirar el disipador Thermal Take descubrí con sorpresa que estaba totalmente lleno de polvo...
Con un bote de aire comprimido retiré todo el polvo, e hice lo propio con el resto de la máquina (hágase esto fuera de la casa, como en el patio o el jardín, so pena de ser increpado), pues todo aquél lugar donde había ventiladores, había polvo, incluyendo la tarjeta de vídeo Radeon HD 4850. Reinstalé el disipador sin cambiar la tarjeta madre ni nada, y le pedí a mi hijo que probara el equipo... ¡Voilá! Pudo jugar sin problemas, y la máquina ya no se reinició, ni presentó pantallas azules durante el juego, ni se apagó.
¡Vaya! Herrero, azadón de palo... Tan conciente estoy de que hay que darle mantenimiento a las computadoras, y lo hago con frecuencia en la oficina, pero en casa no lo hago. :( Creo que necesito dedicarle a las computadoras unos momentos cada tres meses para asegurarme que no tengan polvo y cosas así, y que tengan los controladores actualizados y todo. De cualquier forma, cambié la tarjeta madre y reinstalé el sistema operativo de la máquina de mi hijo, pues lo de la pantalla azul al arranque aún ocurría (y eso ya no era del polvo). Ahora ya no hay pantallas azules bajo ninguna circunstancia, y mi hijo ya tiene una máquina con plataforma Pisces (Procesador AMD Phenom II X4 955, chipset AMD 880G y vídeo Radeon HD 4770) que funciona mejor que la anterior.
Ya veremos que esto no ocurra nuevamente. :) ¡Nos seguimos leyendo!
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