Habilidades humanas para desarrolladores. Tu economía

Read the Penalties Before Applying for Credit Card – Luck Now ...
Fuente: licknowinvestment.com

"El dinero es una herramienta. Te llevará donde quieras, pero no te reemplazará como el conductor." - Ayn Rand.

Si se llega a tener un buen nombre en el ámbito del desarrollo de aplicaciones, esta actividad puede convertirse en una de las ocupaciones mejor pagadas en el ámbito profesional. Hay que tener mucho cuidado con esto porque puede convertirse en un arma de dos filos (tal como ha sucedido con diversas y conocidas personalidades como boxeadores, futbolistas, actores, o ganadores de la lotería entre otros), pues ganar mucho puede traer una falsa sensación de seguridad que nos lleva a obviar el futuro.

Al menos en México existen pocas a nulas guías donde se nos indique cómo administrar nuestras finanzas (que siempre serán recursos escasos, no importa cuánto, aparentemente, haya de sobra). Por desgracia, como lo he atestiguado, existe una profunda inclinación a gastarse cuanto antes y en lo que sea lo que se ha recibido como ingreso. Y no sólo eso, cuando se tiene a la mano una tarjeta de crédito, también hay una inclinación a utilizar todo el crédito y, luego, ver "cómo nos las arreglamos" para pagar. Tener una paz económica depende, de manera sensible, del tipo de decisiones que tomemos cada que recibamos un ingreso. Y no hace falta tomar una licenciatura en economía para tener, al menos, un poco de conciencia en el manejo de nuestros recursos.

Activos y pasivos

Uno de los principales problemas que enfrentamos en el uso de nuestros recursos es el pensamiento a corto plazo. Si uno es de los que todo el tiempo ha recibido un ingreso y para la tarde ya no tiene nada porque tuvo que pagar una serie de deudas, definitivamente podríamos encontrarnos ante un problema importante: el pensamiento a corto plazo y la ignorancia de los activos y pasivos.

Hagamos un ligero y simplista análisis. Si uno ha trabajado durante 20 años y ha recibido un pago cada quincena (es decir, dos pagos al mes), en total uno habrá recibido 480 ingresos en ese tiempo. Es importante analizar qué se ha hecho con esos ingresos.

Hay quienes buscan comprarse un auto costoso, una computadora costosa, ropa costosa, un aposento costoso, darse gustos costosos (lo cual incluye a las juergas maratónicas), etcétera. Uno puede echar mano de la (o las) tarjeta(s) de crédito para darse esos lujos que "uno los vale" o por el "qué dirán". Sin embargo, existe un problema: Si no tenemos el dinero líquido para pagar ese "gusto" o satisfacer el "qué dirán", ¿qué nos hace pensar que lo tendremos a futuro con nuestros ingresos corrientes para pagarlo?

Algunos aspectos relacionados con el uso de tarjetas de crédito son los siguientes:

  1. Cada moneda que utilizamos de una tarjeta de crédito es dinero que le estamos comprando al banco y que hemos gastado en avanzada. Es decir, cada moneda utilizada en una tarjeta de crédito la habremos gastado de nuestros ingresos futuros, por lo que nuestros ingresos futuros se verán reducidos y, entonces, contaremos con menor liquidez. 
  2. La tarjeta de crédito nos puede esclavizar. Si tenemos la posibilidad de liquidar el total de la deuda para evitar, en lo posible, pagar cara la compra de ese dinero a futuro, de cualquier forma nos habremos quedado con menores fondos para financiarnos durante el período actual. Ello nos obligará a volver a usar la tarjeta de crédito en este nuevo período, lo que nos esclavizará a utilizar la tarjeta de crédito.
  3. El dinero que compramos en una tarjeta de crédito es caro. Si no podemos liquidar el total del adeudo en la tarjeta de crédito, el banco nos cobrará intereses. Esos intereses es el costo adicional del dinero que estamos comprándole al banco. Cada moneda nos habrá costado más cara de lo que originalmente vale y los únicos paganos seremos nosotros.
  4. La trampa de los "meses sin intereses" puede ser demoledora. La ya popular estrategia bancaria de los pagos o cuotas a "meses sin intereses" suena muy atractiva para quienes creen que están comprando dinero económico por este medio. No importa cuántas cosas se hayan comprado a "meses sin intereses", ello se mezclará con lo que se tiene sin "meses sin intereses" y, por ende, se sumará el adeudo que, en algún momento, podría volverse impagable. Cualquier cosa que sea muy atractiva hay que sospechar que se trata de una trampa, porque lo más seguro es que lo será.
  5. Una tarjeta de crédito puede ser una bendición o una pesadilla. Los bancos suelen hacer promociones para que uno se haga de una tarjeta de crédito y establecen límites de crédito muy atractivos. Ante tanta facilidad, es común caer en la treta del uso indiscriminado de la tarjeta de crédito, y más cuando se han vivido "limitaciones" anteriores en la vida. Cuando una tarjeta de crédito se utiliza de manera responsable, puede ser una bendición. El problema es que su uso suele ser irresponsable y se convierte en una pesadilla tanto para el deudor como para el acreedor.
  6. Uso responsable de la tarjeta de crédito: Es recomendable sólo utilizar la tarjeta de crédito para pago oportuno de servicios y necesidades cotidianas que uno sabe que puede liquidar totalmente (y sin quedarse limitado) en la fecha de pago establecida. Cuando cruce por la cabeza la idea de "es un gustito que me voy a dar", ¡hay que detenerse! Ése puede ser el primer paso para una ulterior pesadilla.
  7. Si no hay ingresos, ¡hay que liquidar y dar de baja la tarjeta! Es un error pensar que uno puede mantener una tarjeta de crédito "por si las dudas" cuando uno no está recibiendo ingresos. Los bancos jamás aceptarán perder y si no se usa una tarjeta de crédito, suele cobrarse un "manejo de cuenta", lo cual se tendrá que pagar sin importar si hay o no ingresos. Si los ingresos son limitados, pensar en comprar dinero caro a través de una tarjeta de crédito es uno de los peores errores que se pueden cometer.
La tarjeta de crédito no es el único caso para comprar dinero caro. Sólo hay que tener en cuenta cualquier tipo de deuda que se haya adquirido: crédito automotriz, crédito hipotecario o inmobiliario,  crédito mobiliario, etcétera. Cada uno de estos será un pasivo y, por ende, dinero gastado a futuro. 

Sólo hay que entender la lógica de los activos y los pasivos: Un activo es aquél cuya utilidad es mayor de su costo de mantenimiento (es decir, algo que nos produce más beneficios de lo que se requiere para su funcionamiento). Un pasivo es exactamente lo contrario: algo que cuesta más mantenerlo que el beneficio que produce. Una inversión es un activo (depositamos cierta cantidad de dinero y obtenemos mayor beneficio). Un crédito es un pasivo (depositamos cierta cantidad de dinero, y obtenemos menores beneficios) o un vicio (fumar, embriagarse, ropa, autos, música, electrónicos, etcétera) siempre será un pasivo. Si bien las anteriores definiciones no confluyen del todo con las que se dan en contabilidad, lo cierto es que, en general, eso son. 

Hay cosas que es fácil reconocer como activo o como pasivo, pero hay otras que no son tan evidentes de buenas a primeras. Como comprar una casa o un departamento/apartamento. ¿Es un activo o un pasivo? Ciertamente, todos necesitamos un lugar donde vivir. Hay quienes dicen que una vivienda es un activo, pero hay quienes dicen que son un pasivo. La cosa puede analizarse desde este punto de vista (uno de muchos): Si donde se vive requiere de un pago constante (por renta o por impuesto predial o servicios) que está dentro de nuestras posibilidades y nos permite una holgura suficiente para nuestras actividades, tanto económica como habitacional, entonces es un activo. Pero si donde se vive los pagos o capacidad habitacional nos limita nuestra vida cotidiana, entonces es un pasivo. 

Lo mismo ocurre con el automóvil: si nuestro transporte requiere de más gastos de los beneficios que aporta, entonces es un pasivo. Robert T. Kiyosaki, autor de "Padre rico, padre pobre", establece de forma aún más tajante que todo lo que significa ingresos es un activo y todo lo que significa egresos es un pasivo. Quizá es demasiado radical porque sólo se está viendo desde el punto de vista del dinero y no desde el bien que se obtiene a cambio de él.

Pensar en un equilibrio en activos y pasivos también es un error, pues cuando se tienen equilibrados los activos y los pasivos uno suele quedarse en cero. Claro está que esto es menos error que tener más pasivos que activos. Lo ideal es tener más activos que pasivos, de manera que el "excedente" en activos lo podamos invertir para nuestro futuro (que algún día llegará en modo presente). No existe razón alguna para llenarnos de pasivos para darle gusto a la gente (jamás se le dará gusto). Quizá sea momento de evaluar nuestros activos y pasivos para procurar inclinar la balanza en pro de los activos y poder contar con mayores fondos para nuestro futuro. No digo que sea fácil (pues los pasivos nos podrían estar matando en este mismo instante), y lo mejor es dar el primer paso para sanear nuestra economía y reducir la presión o estrés por este mismo concepto.

En fin, pensar en activos y pasivos puede ayudar a tomar mejores decisiones en la parte económica y evitar comprometer el futuro de nuestros ingresos con la compra de dinero caro. ¡Nos seguimos leyendo!

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